San Vicente de Paúl
lunes, 4 de julio de 2011
Fallece el canónigo Jerónimo Beltrán
El Canónigo Magistral de la S.I.C., Jerónimo Beltrán Burriel, falleció ayer por la tarde en la piscina municipal de Los Planos. La posible causa de la muerte del conocido sacerdote apunta a un fallo cardiaco con posterior ahogamiento cuando estaba practicando uno de sus deportes favoritos, la natación. Jerónimo Beltrán llevaba un parche de nitritos, así que sus problemas cardiacos podrían ser una de las causas del fallecimiento. En todo caso, hoy se realizará la autopsia que determinará con exactitud la causa de la muerte.
El funeral será a las 17:30 en la Santa Iglesia Catedral.
Les ofrecemos a continuación una entrevista que le realizamos en mayo de 2008 de cara a la celebración de sus bodas de oro sacerdotales.
• Para empezar, preséntate:
Nací en Torrecilla del Rebollar (29.4.1934). De padres labradores, vine al mundo como el “benjamín” de una familia de 10 hermanos. Quizá por eso pude salir a estudiar fuera. Después de cursar humanidades en Alcorisa, Filosofía en Zaragoza y Teología en Salamanca, me ordené sacerdote en la Catedral Vieja el 5 de Abril de 1958
• Mira un poquito para detrás, ¿cuál ha sido tu labor pastoral?
Mi labor pastoral ha estado dedicada fundamentalmente a la enseñanza. Mi primer destino fue el Seminario Menor de Alcorisa, donde estuve un año de profesor en varias materias. Tras los estudios de S. Escritura en Roma, vine a Teruel. Actué como Profesor en el Seminario Mayor y -después de mi primera actuación en la parroquia Salvador de la Merced - estuve 22 años como Capellán y profesor en Colegio de “La Salle”, al mismo tiempo que simultaneaba la docencia en el Instituto “Francés de Aranda”. La Catedral ha sido, por otro lado, mi campo preferencial de predicación como Magistral de la misma. Responsabilidad propia de “cura de almas” he tenido durante 42 estancias veraniegas en Alemania. Añadiré también mi experiencia “misionera” -durante varios meses en dos ocasiones- en Huencavelica (Perú), en plena cordillera andina
• Dinos alguna anécdota destacable de tu vida.
Me limito a tres: a) Siendo adolescente tenía que ir a llevar la comida a los segadores al campo. Una vez, se espantó la caballería y empezó a correr desenfrenadamente, saltando ribazos. Pasé miedo; conseguí sujetarme a la albarda pero no pude retener el cesto de la comida para los trabajadores. Allí me presenté con las manos vacías b) Siendo teólogo en Salamanca me examiné de Hª Eclesiástica con el P. Llorca Obtuve la peor nota de toda la carrera. El ilustre jesuita justificó su calificación diciéndome:” Vd. ha defendido con excesivo calor la venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza”. El castigo fue para mí como aragonés casi un elogio. c) Ya jubilado en Perú. Entre mi 1º y 2º estancia, estuve en Julcamarca predicando a un nutrido grupo de catequistas. Necesitaban un coche para sus tareas apostólicas. Se me ocurrió escribir una carta en “Diario de Teruel”. En el plazo de 2 meses en la cartilla que abrí con este fin pasó de 2.500.000 ptas el dinero recolectado.El gozo de los “peruanos” fue inmenso por el regalo de la providencia
• ¿Qué tres ideas, fundamentales, han sido fuertes en tu vida de sacerdote?
Ideas fundamentales fuertes en mi vida : A) Laboriosidad que aprendí en el seno de mi familia campesina. No hay ningún trabajo indigno. Hecho con amor, es fuente santificadora, aunque conlleve cansancio y fatiga B) Servicio ministerial a la Palabra. Toda vocación es un servicio, pero el sacerdote recibe una misión apasionante: servir a la difusión de la “Buena Noticia” A tiempo y a destiempo, como hacia Pablo y aconsejaba a Timoteo. C) Conciencia de que “ni el que siembra ni el que riega es algo, sino el que da el incremento”. Por eso cuando emprendo tareas apostólicas más salientes, procuro comunicarlo a Contemplativas, para que oren por el fruto espiritual. Confieso, en ocasiones, no haber orado personalmente lo suficiente en esta misma dirección: Un fallo.
• Envía un mensaje para quien tu quieras...
Mi mensaje es universal, sirve para todos. Sería:“Vivid con hondura la Fe; sed hombres y mujeres de esperanza y vivid con alegría cristiana”. Sólo así somos “sembradores de paz”.Con Jesús las cosas se ven de distinto modo En Él descubrimos la cercanía misericordiosa de Dios y esto es lo que da firmeza y consistencia a una “alegría agradecida”. Las palabras de M. Lutero pueden hacernos reflexionar :”La alegría es fruto y consecuencia de la fe, pues cuanto mayor es la fe, tanto mayor es la alegría”. “Porque si crees, es imposible que a causa de ello tu corazón no ría de alegría en Dios” Muchas Gracias.
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