San Vicente de Paúl
miércoles, 23 de junio de 2010
SIETE CARACTERÍSTICAS DE SERVICIO A IMAGEN DE MOISÉS
Por: Francisco Avello
Al pensar en un ejemplo de vida sobresaliente y de intimidad con Dios, por consecuencia natural no he podido pensar en otro que no sea el de la vida de Moisés, que siendo un hombre humilde de corazón, logró realizar la tarea que Dios le encomendó; razón valiosísima que me lleva en esta oportunidad a resaltar en él, siete características de su liderazgo en el servicio, a las cuales debemos aspirar para trabajar con excelencia a nuestro Dios.
“Moisés era pastor del rebaño de Jetró su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas más allá del desierto; y llegó hasta Horeb, la montaña de Dios. El ángel de Yahvé se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de una zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no se consumía. Dijo, pues, Moisés: «Voy a acercarme para ver este extraño caso: por qué no se consume la zarza.» Cuando vio Yahvé que Moisés se acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza, diciendo: « ¡Moisés, Moisés!» El respondió: «Heme aquí.»Le dijo: «No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra sagrada.» Y añadió: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.» Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios”.
1. Sale de su comodidad para ir más allá:
Moisés, un simple pastor que cuidaba ovejas para que le fuera encomendada su misión tuvo que salir de la comodidad y de la cotidianidad en la que se encontraba, su vida se había trasformado en una monotonía, todos los días guiaba a las ovejas de su suegro Jetró, por el mismo sendero, por un camino que ya conocía y que se le hacia fácil de recorrer, transformando así su vida en una experiencia rutinaria y sin mayores objetivos que los ya alcanzados diariamente, esto fue así hasta que un día tuvo que ir más allá para conocer la misión que Dios le tenía preparada, (conducir al pueblo de Israel de Egipto hacia su libertad), pero para realizar esto, tuvo que ir más allá de su rutina diaria y su cotidianidad.
Cuantos hermanos hoy están cautivos de su propia soledad, de su propio dolor, de ataduras que llevan consigo durante años y esperan sedientos de alguien que los conduzca a su liberación en Jesucristo, Dios está haciendo un llamado importante en cada uno de nosotros y nos está invitando a ser verdaderos Moisés en la vida de muchos corazones oprimidos, cautivos y desolados por no haber encontrado a Jesús.
Para esto sin duda debemos ir más allá, mirar donde otros no miran, ir en busca de la conquista que nadie busca, fijar nuestra mirada en nuestro objetivo y alcanzarlo.
Tantas veces escuchamos que todo tiempo pasado fue mejor, que ya no es lo mismo de antes, etc. Lo cierto está en que Dios nos invita a ir hacia adelante, pues quien pone su mano en el arado no mira atrás (Lc 9, 62), en nuestro pasado no hay nada nuevo, todo está finalizado, no hay nada por conquistar, es en nuestro futuro donde hay mucho que conquistar y es hacia esa dirección donde debemos dirigirnos con decisión.
Nuestra tarea debe ser siempre, trabajar por ser hombres y mujeres de excelencia, que luchen por ser mejores cada día en Jesús consiguiendo nuevos objetivos y capaces de fijarnos metas constantes, ya sea en la oración, en la formación y por sobretodo en testimonio personal, abandonar nuestra cotidianidad para conquistar nuevos horizontes en la fe y no esperar que otro venga y lo haga por mí.
No olvidemos que toda agua estancada, es presa fácil de la infección y la putrefacción, no así el agua que corre libremente de cordillera a mar, para dar vida en medio de su transcurso
2. Rompe el círculo de cotidianidad, para salir del estancamiento:
En el momento que por fin Moisés rompe el círculo de lo cotidiano y deja de hacer lo mismo de siempre, es cuando ya está listo para convertirse en el gran conductor de libertad del Pueblo de Israel.
Romper el círculo nos es nada más que dejar hacer lo que YO quiero hacer y comenzar hacer lo que Dios tiene por voluntad para mi vida; no olvidemos que somos instrumentos para SU obra y no administradores del Reino del Señor. Lamentablemente, muchas veces nos encontramos con el panorama de que en las comunidades cada día de reunión se hacen las mismas cosas, las mismas canciones, son lo mismos quienes hablan y comparten, todo está perfectamente pronosticado y luego de un par de semanas de perseverancia en la comunidad es fácil saber lo que va suceder en cada momento determinado
De esta manera dejamos de lado al Espíritu Santo, que tiene múltiples maneras de manifestarse y que es capaz de regalar un nuevo Pentecostés cada mañana y romper así todo esquema y estructuraciónestablecida.
Ser un servidor de excelencia, es estar dispuesto
a romper todos los círculos de estancamiento que se
formen a nuestro alrededor
Para entender mejor lo que estamos compartiendo, señalare algunos ejemplos de estancamiento y vivencia en un círculo de comodidad:
A mi no me dejen los niños, sólo ayudo con los adultos
Yo les ayudo, pero no me pasen al frente porque no me gusta
Si quieren doy un tema, pero déjenme el amor de Dios.
Al siguiente retiro da el mismo tema y cinco años después… sigue con .. amor eterno
Yo sirvo pero en la cocina, cantar y dar temas, nunca.
Si predico en el encuentro, pero hacer visitas por las casas no porque nunca las he hecho.
Dios el día de hoy, nos llama a quebrantar nuestras propias normas de comportamiento y atrevernos a hacer nuevas cosas, pero siempre guiados por el Espíritu Santo, entendiendo que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios teniendo inserto en nuestro corazón como característica principal de Dios, la creatividad.
El llamado al liderazgo es también explorar nuevos talentos, avanzar hacia nuevos retos, no olvidemos que la palabra de Dios nos dice que a quien se le dio mucho incluso se le confío mucho más luego de trabajar con excelencia en el talento que se le deposito en sus manos (Cf. Mt 25); no podemos ser agentes de monotonía de la obra de Dios en medio de nuestra historia, sino más bien canales de la gracia de Dios para que Él escriba una Historia nueva en el corazón de muchos que no le conocen.
3. Se arriesga:
“Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no se consumía. Dijo, pues, Moisés: «Voy a acercarme para ver este extraño caso” (versículo 3)
Aun siendo algo que no conocía Moisés se acercó a ver esto que era tan extraño para él.
“Quien no se arriesga y no deposita su confianza en Dios, es porque aún no ha dejado que Dios sea el dueño de su vida”.
Dios nos invita incesantemente a dejarnos sorprender por su gran amor y poder en medio de nuestra vida, confiar plenamente en su voluntad y su capacidad creadora, Él es el dueño de todo y nosotros sus hijos amados; por esta razón, Él nos ha prometido en su palabra que todo lo que pidamos en su nombre, será dado, Dios nos invita a arriesgarnos en su nombre del mismo modo que lo ha hecho Moisés, que sin saber lo que estaba experimentando, fue un hombre que se arriesgó en el nombre del Señor.
¿Cuál será nuestra actitud al encontrarnos con algo que no conocemos, pero que Dios nos señala?,
El Secreto está en pedir a Dios, que frente a estas situaciones podamos tomar una actitud de confianza en Él y no de temor, Aventurarnos al riesgo.
Sin duda, hay una primicia importante en este punto, y es que: “Quien se arriesga en Jesús, definitivamente no lo hace”.
Así es, ya que Dios bajo ninguna circunstancia, implica un riesgo para nosotros, sino más bien lo contrario, una SEGURIDAD ABSOLUTA, porque Él es un Padre amoroso que jamás permitirá que experimentemos algo que vaya más allá de nuestras propias fuerzas (1 Cor 10, 13)
De esta manera es que debemos depositar en Dios nuestra confianza, creer en Él y saber que el riesgo en Jesucristo implica certeza de ganancia.
4. No se sorprende al ser llamado por su nombre:
Quien tiene una relación constante con Dios no se sorprende que este lo llame por su propio nombre, quien ha forjado una relación de fidelidad con el Padre sabe que Él lo llamará en cualquier momento para servirle.
Muchas veces cuando recibimos una llamada telefónica de alguien que no conocemos, nuestra primera pregunta al no edentificar su voz es: ¿Quién es?, ¿Quién habla?, etc. pero, por el contrario, cuando recibimos una llamada de una persona con la cual compartimos nuestra vida, historia e intimidad, no es necesario que nos diga su nombre para saber quien nos está marcando, incluso muchas veces con el solo escuchar nuestro teléfono sabemos quien nos está llamando ¿Te ha pasado?…
De esta misma manera se asemeja nuestra vida y la relación que tenemos con Dios; mientras mayor intimidad tenemos con Él, es menor la sorpresa cuando nos está haciendo un llamado y precisa de nosotros para llevar a cabo la obra edificadora en plan de su pueblo.
La clave del servicio en Jesús, sin lugar a duda, es el grado de intimidad que tenemos con nuestro creador, conociendo hasta lo más profundo de sus pensamientos, sentimientos y emociones.
Dios no es un Dios que quiere ocultarse a sus hijos, por el contrario es un Dios que quiere mostrarse en plenitud y darse a conocer sin reservas. Está en nuestra actitud que podamos acercarnos a los pies de Jesús, para descubrirle, ya que:
¿Cómo hemos de hablar y servir a aquel que no conocemos?
¿Cómo hacer lo que Él nos indica, por sobre lo que nosotros mismos nos indicamos?
Más vale orar por lo que he de decidir, más que tener que orar por lo que ya hemos decido por mi mismo.
El llamado final en este cuarto punto es a no dejarnos engañar y caer en la tentación de que podemos servirle sin estar en comunión con Él.
5. Acepta la voluntad de Dios en medio de su vida:
Cuando Dios suscita un llamado, da las herramientas para hacerlo, Moisés tenía todas las excusas para no aceptar este llamado que el Señor le hacia: tartamudo, grabe defecto a la hora de pensar que su instrumento de conducción es la voz, pastor de un rebaño que sin duda podía haber generado en él una baja autoestima, etc.), pero Dios entregó todas las herramientas necesarias para que pudiera cumplir a cabalidad el servicio que el mismo le había encomendado.
La palabra de Dios nos dice que su voluntad, es lo bueno , lo agradable y lo perfecto (Rom 12, 2), y si nuestra vida esta sometida a su autoridad desde que le hemos entregado todo lo que somos y tenemos ¿Cómo podemos muchas veces rechazar la voluntad de Dios en nuestra vida?, ya lo hemos mencionado anteriormente , Dios es toda seguridad que el hombre puede necesitar y si Él se hace presente en medio de nuestra vida, bajo su voluntad es que debemos aprender a confiar que todo lo que Él hace , es por y para bien de los que Él ama ( Rom 8,28)
La certeza que debemos tener en nuestra vida, es que en la propia incapacidad, Dios nos capacita:
Algunos ejemplos de respaldo en la vida de Moisés son los siguientes:
Bastón de pastor (Ex 4,1-5):
Nuestra propia capacidad en las manos de Dios, se transforma en capacidad divina
Yo estaré contigo (Ex 3,11-12):
La promesa que Dios jamás nos abandonará y siempre estará a nuestro lado impulsando nuestra misión.
¡Soy torpe de palabra! (Ex 4,10-16) ;(Ex 7, 1-2):
A pesar de la incapacidad de Moisés (Tartamudez), Dios dispone todo para que su voluntadse desarrolle en la vida de su escogido.
6. Se quita las sandalias:
Un buen servidor y líder es humilde, se deja ayudar y cumple sus responsabilidades. Lamentablemente vemos a diario hermanos y hermanas que se dejan llevar por sus propios intereses, tratando de llenar vacíos personales, no dejando a nadie más servir en sus comunidades y queriéndolo acaparar todo; de esta manera, transforman la comunidad en lugar de desarrollo personal y no en un regalo de Dios para crecer en hermandad.
Dios hoy nos invita a ser humildes de corazón y la primera respuesta a este llamado que Dios nos hace es ser agentes de bendición para otros, colaborando a que nuestro liderazgo no se transforme en una moda sino más bien en una instancia de creación y formación de nuevos líderes y servidores que puedan llevar a cabo las distintas tareas que hay por hacer, no olvidemos que: “Un buen líder no es el que trabaja por 100, sino más bien, el que hace trabajar 100”
En el caso de Moisés contaba con un equipo que le ayudaba en las distintas labores propias de la misión que se le había confiado, creando así instancias de servicio en a comunidad, de este modo debemos procurar que lo que hacemos no sea un moda sino más bien una instancia de formación y desarrollo para otros.
- JETRÓ: (Ex 18,1-20)
Su consejero
- 70 ANCIANOS Eldad y Meldad: (Ex 18,21-26)
Colaboradores
- AARÓN: (Ex 7,1-2)
Su boca
- JOBAB: (Num 10,31)
Sus ojos
- JOSUÉ: (Num 11,28)
Su ayudante y sucesor
- AARÓN Y JUR: (Ex 17,8) Su apoyo
7. Ser un hombre con temor de Dios:
“Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios” (versículo 6)
Un servidor en Dios se reconoce porque teme a Dios, hace su voluntad para agradarle y cumple lo que Dios le esta pidiendo y no así lo que a él se le ocurre.
Tener temor de Dios no es bajo ninguna perspectiva entrar en pánico por lo que Él nos pueda hacer por no cumplir con su voluntad, Cuantas veces hemos escuchado la frase “Si no te comes toda la comida, Dios te va a castigar”
Y esto se queda grabado en nuestro corazón y mente, Dios nos es un Padre sádico que castiga a sus hijos o permite que le sucedan cosas malas para “Aprender una lección”; por el contario, es un Padre Celestial lleno de amor y ternura, el temor de Dios es la capacidad que desarrollamos en nuestro interior de no querer dañar el corazón de el Señor con nuestras actitudes.
Es como el pequeño, al cual su madre le dice que no coma de las galletas que tiene en el horno y no las come, no por temor a que su madre le castigue o le golpee sino porque sabe que para su madre esta actitud de comerlas sabiendo que ella ha mencionado lo contrario, puede dañar su corazón.
Cada día debemos pedirle el Don del SANTO TEMOR DE DIOS para acercarnos más a su forma de servir y de amar de este modo alcanzar la plenitud en nuestro servicio.
Pido a Dios bendiga abundantemente el corazón de cada uno de ustedes, le animo en su misión evangelizadora en su servicio a Dios y la Iglesia cuerpo de Cristo, y le pido al Señor Jesús bendiga cada una de sus vidas y corazones.
Francisco Avello
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